De visita en la capital de Oaxaca
¿Qué es lo primero que viene a mi mente al escuchar Oaxaca? Ahora, pienso que la palabra que mejor lo describiría es «riqueza». Es cierto que, según las estadísticas, en el estado se encuentra uno de los municipios más pobres del país pero, contradictoriamente, es uno de los estados mexicanos con mayor riqueza en múltiples campos: posee la mayor diversidad de lenguas indígenas, platillos típicos, especies de plantas, ecosistemas, la lista es larga…
El tercer día en Oaxaca fue el mejor de todos durante mi estancia en la capital. Oaxaca tiene tres sierras: la Sierra Norte, Sur y Mixe. Eso significa que para explorar los paisajes naturales más bellos y representativos del lugar, tienes que tener suficiente resistencia para caminar. Ahora te explicaré más detalles.
DIA 3
Dormí muy bien la noche anterior así que amanecí con las suficientes energías para emprender la aventura que me esperaba. Como en el tour nos dijeron que es mejor visitar Monte Albán (antes de visitar Mitla) decidí visitarlo lo más pronto posible. Quise hacer la visita de forma más privada, sin algún guía de recorridos y creo que fue lo mejor pude haber hecho. Tomé el taxi de la capital a la zona arqueológica. El conductor condujo por aproximadamente veinte minutos en un recorrido de carreteras curvas y elevaciones con grandes vistas de las comunidades.
La zona arqueológica de Monte Albán resultó muy impresionante, incluso más que Mitla. La entrada costó menos de 5 dólares y permite el acceso a un museo y a la zona de pirámides. Entré primero al museo el cual es relativamente pequeño, pero cuenta con baños y una cafetería con vista panorámica a la ciudad capital. En el museo pude aprender mejor sobre la historia del sitio y aspectos de la vida de los antiguos pobladores. Monte Albán, fue una de las ciudades más importantes de Mesoamérica con más de 35,000 habitantes. Los zapotecas construyeron sus fundamentos en el año 500 antes de Cristo en la cima de una montaña. En 1987 fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
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El esplendor de Monte Albán
Al principio, llegué con la idea de conocer el lugar completo en una hora pero nada más lejos de la realidad. ¡Es enorme! Poco a poco me di cuenta que el espacio a recorrer es más y más grande hasta que llegas a la pirámide central con una vista espectacular de todo. Eso sí, anduve caminando y subiendo escalones para tomar las mejores fotos, por lo que sugiero ir preparado para recorrer grandes distancias y elevaciones. Lamentablemente, no pude llegar hasta el final porque me cansé demasiado pronto. Sin embargo, si tus capacidades no te permiten caminar mucho, el área tiene rampas para sillas de ruedas. Me topé con personas de la tercera edad que, como no pudieron subir los escalones, siguieron los caminos accesibles y disfrutaron del paseo también.
Afortunadamente, no había mucha gente en el día y la hora que visité Monte Albán (un lunes como a las 2 de la tarde ) y tenía casi todo el lugar para mí. Las pocas personas que estaban allí, consiguieron tomarse fotos muy buenas y yo, por mi parte, conseguí recuerdos inolvidables.
Afortuna
Como la zona arqueológica está lejos de la ciudad, sentí una paz indescriptible en la cima de la pirámide: el silencio y el viento son los elementos ideales para estar en conexión con la naturaleza. En mi opinión, esa fue la mejor experiencia de mi viaje.
Como
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Hierve el agua y sus famosas cascadas petrificadas
De seguro vas a escuchar sobre Hierve el agua a tu llegada a Oaxaca ya que es uno de los lugares más populares para conocer. Supe de su existencia mientras buscaba en Google los sitios imperdibles en la primera visita al estado. El lugar está a unos 70 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, cerca de Mitla. Las cascadas se hicieron de forma natural por un periodo de miles de años por el escurrimiento de gotas de agua con sobresaturación de carbonato de calcio.
Pagué solo cuatro dólares en la entrada y dentro del sitio hay tiendas de comida y recuerdos . Tienes dos opciones a realizar dentro del sitio, o puedes bañarte en las albercas naturales o caminar hasta llegar a los acantilados. Como no llevé toalla ni una muda de ropa, hice senderismo. Recomiendo contratar a un guía local, ellos te ayudan a buscar la ruta correcta y si no tienes acompañantes, ellos están dispuestos a tomarte fotos en cada parada.
En el camino, me topé con árboles, cactus y otras vegetaciones semidesérticas. No llevé suficiente agua y créeme, la necesitarás. Tuve que subir y bajar a lo largo de las formaciones rocosas, muchos visitantes acabaron agotados. Yo comencé con mucha energía pero en un rato, reduje mi velocidad y tuve que descansar cada cinco minutos. No recomiendo esta actividad para las personas con poca condición física pero el recorrido vale la pena.
Posteriormente, fuimos a la zona de las albercas naturales donde pude observar un paisaje hermoso donde resaltan el cielo claro en unión con el agua cristalina. Esas aguas minerales tienen la reputación de tener cualidades curativas. En la zona de pozas, encontré también una piscina artificial y servicio de paso a caballos. Quise montar a caballo pero me sentía muy cansado.
Cuando investigué sobre Hierve el agua, me di cuenta que es conocida por sus aguas termales y eso me hizo pensar que las aguas de esas pequeñas lagunas son calientes, pero no es así, en realidad son frías, por lo que es mejor ir en época de verano. El área es de interés arqueológico porque hace más de 2500 años los zapotecas produjeron un largo sistema de canales de riego, considerados únicos en Mesoamérica.
Al finalizar el recorrido, el guía de turista pidió una donación voluntaria a cada miembro del grupo y se despidió muy agradecido.
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